Hoy os traemos la crónica del Duatlón cross de Navidad de Lugones escrita por nuestra última incorporación al equipo, David Revilla.
Se acaba el año y antes había que dar el último coletazo en el Duatlón Cross de Lugones. Este 2014 comencé en esto del Triatlón, debutando en Luanco, seguido de Gijón ambos modalidad sprint. Ahora ya tocaba meterse en un equipo y no andar por las competiciones como un pollo sin cabeza.
En el CAO triatlón encontré un equipo muy competitivo, donde la organización y el compañerismo es estupendo, así pues junto a mis compañeros Chema Montalvo, Chema Vieitez, Ramón Hevia y Alfredo Vargas me dispuse a correr mi primer Duatlón Cross, Chema Montalvo también debutaba en el Cross.
Un poco justos de tiempo dejamos la bici en la transición y nos dispusimos a calentar en una orilla mientras las categorías de niños acaban la prueba. Ya con ganas de escuchar el bocinazo nos dirigimos a la línea de salida y de repente sin instrucciones ni explicación alguna, bocinazo y a correr, en los primeros 3000 a pie me vi bien, me vi fuerte y corrí a un buen ritmo, tanto que entré junto a Ramón en la transición, ahí ya me di cuenta de que había ido demasiado bien y que me iba a pasar factura en la bici, pero la decisión de usar cala píes en vez de zapatillas me dio unos segundo que fueron oro para mí, salí delante pedaleando como si no hubiera un mañana, el circuito era bastante favorable con bajadas y llanos y la bici respondía bien, me encontraba cómodo e iba pasando kilómetros, hasta que tras una ligera subida de asfalto llegue a una recta de arena, si! De Arena! Aquello me superó, al entrar casi me doy la ostia del siglo por ir demasiado rápido y cuando conseguía encontrarme pedaleaba y no avanzaba, menos mal que solo eran 100 metros. En el final de la primera vuelta ya sentí a Ramón pidiéndome paso y a partir de ese momento para mí fue un sobrevivir intentando salvar un buen tiempo. Intente seguir a Ramón pero fue imposible, con lo que pedalee tanto como me daban las piernas para llegar a la transición y completar dignamente las 3 vueltas de la bici. Una vez llegue a la transición tocaba correr, solo era un kilómetro y las fuerzas estaban algo justas, pero lo salve bien parando el crono en meta en los 43:51, por detrás de Ramón Hevia con 42:19 y seguido de Chema Vieitez con 45:06, quien me comento que se arrepentía de haber sido demasiado conservador en los 3000 primeros, Alfredo Vargas con 52:21 y Chema Montalvo con 53:01. Una vez término nos hicimos las fotos de rigor y comentamos lo que habíamos disfrutado todos de la carrera, aunque se nos había hecho un poco corta. Mi debut con el equipo y el Duatlón ha sido fabulosa y me he quedado con ganas de repetir.
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